Alejandro Clemente

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Hay que abrirle la puerta al dolor, para sentir y entender por qué no querés que se quede en tu casa. El que esté libre de sufrir, que tire el corazón a la basura.   Hay que abrirle la puerta al dolor, no cerrársela en la cara. No son fuertes los que no lloran, son fuertes los que aprenden a lidiar con la tristeza. Los que no saben llorar, tampoco saben reír. Creen que sí, pero no saben. Para reírse con el alma, hace falta tenerla un poco rota.
Caos: Nadie puede decirte quién sos
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