Kindle Notes & Highlights
by
Alonso Cueto
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April 12 - April 22, 2018
El escritor trabaja con el lenguaje para que sus situaciones y personajes puedan sentirse,
el escritor, si lo es de veras, debe tener unos sentidos atentos a la realidad que lo rodea y también a la que imagina.
Encarnar los sentidos en las palabras es una de las proezas más extrañas y necesarias en el arte de narrar:
Ningún escritor está interesado en lo general, vago y abstracto. Su interés siempre está del lado de lo concreto, específico y particular.
Nadie que quiera respuestas simples o únicas debería leer un libro.
Contar una historia es explorar la identidad oculta de los seres humanos a través del espejo crítico del lenguaje.
Con frecuencia sus impulsos esenciales son el deseo y el miedo. Desde alguno de estos dos impulsos y del cruce de ellos, la historia va a construir su camino.
la exploración de ese instinto vital que hace que las personas perseveren en sus vidas cuando todas o casi todas las puertas se les han cerrado.
La narrativa no es solo una indagación en la esperanza sino también un observatorio de la desesperación.
La aspiración, el logro de un escritor, es fundar —revelar— un territorio para los sentidos.
Quiere a sus personajes como un padre y termina sirviéndolos como un esclavo.
La búsqueda esencial de un escritor es percibir el mundo desde sus personajes, ser ellos en acción.
Escribir es un descubrimiento de uno mismo. Uno escribe en realidad sobre aquello que no sabía que le preocupaba.
Escribir es el arte de los derrotados. Las personas que son activas en el mundo no escriben. Solo los que se han replegado de las amenazas de la realidad se refugian en la ficción.
“¿A qué crees que se reduce la literatura? A escribir con las tripas, no con la cabeza. La mayoría escribe con la cabeza. Si el delincuente semianalfabeto escribe normalmente una larga carta a su novia, será como la mayoría de las cartas de semejantes personas. Si el delincuente escribe la carta justo antes de ser ejecutado, será literatura”.
Si la muerte, la fractura, la separación son zonas de exploración de lo humano, la única arma de un escritor es el dolor.
hacer lo que un escritor siempre debe hacer: estar a solas consigo mismo.
La inspiración es un invento de los bohemios y de los perezosos.
No conozco escritor que no sea aficionado a los viajes. Escribir es una forma de viajar.
el mal es concebido como un portador de la verdad.
el mal toma la forma de la rebelión y la búsqueda del conocimiento.
Transgredir la ley, comer de la manzana, dejarse llevar por la curiosidad y el afán de nuevas experiencias son el origen de cualquier historia.
el mecanismo del poder es inseparable del ejercicio de la violencia.
Arguedas, Vargas Llosa, Ribeyro, como muchos otros grandes escritores, son exploradores en los misterios de la voluntad, las causas últimas que generan la acción.
Mientras menos entendemos a sus personajes, se nos hacen más cercanos.
nuestra vida cotidiana también está llena de actos inexplicables que nos definen. El arte nos ofrece un espejo de ese misterio y conflicto.
LA LITERATURA quizá es una respuesta humana a lo desconocido.
La literatura que no tiene tiempo, que en cierto modo ocurre por encima del tiempo, puede ser definida como un eterno presente, un presente activado por la lectura.
todos tendrán recuerdos de los libros que leyeron atados al lugar en el que esos libros entraron a formar parte de sus vidas.
Estas obras contienen pasajes que por refracción albergan los anhelos y frustraciones de distintas edades, distintas identidades, en los lectores múltiples que albergamos.
la literatura debiera definirse como el encuentro de las palabras con lo sagrado.
Vemos la realidad a través de los libros, y los libros, a través de la realidad.
Cada uno construye su biblioteca.
las dos grandes máximas de escritores y lectores: qué grande y variado es el lenguaje, y qué grande y variada es la vida de cada ser humano.
EL PACTO que se establece entre un escritor y un lector es el de una intimidad llena de desafíos.
Chesterton definió al escritor como un criminal, y al lector como su detective.
ningún libro trata en sentido estricto de un tema.
Lo que hacen los cuentos y las novelas en realidad es contar historias, no tratar temas, como lo haría un ensayo o un tratado.
una pregunta del gran violinista Jascha Heifetz, quien planteaba a sus alumnos: “¿Ustedes quieren tocar el violín o quieren hacer música?”.
No saber lo que va a ser de nosotros es una manera permanente de vivir. Nuestro destino nunca depende enteramente de nuestra voluntad. La narrativa recoge esa incertidumbre y la pone en el corazón de sus historias.
Y no hay incertidumbre más grave que la del amor. Si hay un género que me ha interesado siempre es el de las historias de amor. El amor es una sensación hasta cierto punto inexplicable.
Borges: “Escribo para evitar el arrepentimiento que sentiría si no escribiera”.
Los antiguos escritores de la Biblia y los novelistas de cualquier época comparten una convicción: que la manera más profunda de explorar el alma es la de contar historias.
En todo escritor late un deseo religioso, el deseo de que sus libros cambien la vida de alguien.
Todas las palabras de las que está hecha la vida (el amor, el miedo, la esperanza, el deseo) en realidad son formas de referirse a la convivencia con otras personas.
Braque “el arte es una herida hecha luz”
Un escritor nunca debe tomarse en serio. Sí debe tomar en serio su obra.
La meta de todo escritor es disolverse, entrar en la oscuridad para que su arte alumbre.
Comunicarse a la distancia, traspasar los tiempos y los espacios, siempre ha sido una obsesión en los seres humanos. El primer objeto que se inventó para cumplir con este objetivo fue sin duda el libro.
Todo cabe en sus espacios sin espacio y en sus tiempos sin tiempo.