Cuando asumes que el avión en el que viajas es el que se estrellará o que la propuesta de tu proyecto es la idea estúpida de la que todos se burlarán o que eres aquel del que todos se mofarán o ignorarán, implícitamente estás diciéndote: “Soy la excepción. No me parezco a nadie más. Soy diferente y especial”. Esto es narcisismo, puro y simple. Sientes como si tus problemas merecieran un trato diferente, que tus problemas son tan únicos que no obedecen las leyes del universo físico.

