Mientras que la guerra de la FDN es apenas recordada hoy, la América negra todavía está confrontando sus venenosos efectos colaterales. Los barrios urbanos están luchando con legiones de indigentes adictos al crack. Miles de jóvenes negros están purgando largas sentencias en prisión por vender cocaína —una droga virtualmente inaccesible en los barrios negros antes de que los miembros del ejército de la CIA comenzaran a traerla a South-Central en los ochenta a precios de rebaja.

