Winslow reproduce una recurrente percepción sobre el narcotráfico como la causa primaria de una crisis permanente de seguridad nacional. Esta percepción, desde luego, es de reciente invención, pero sus ramificaciones tienen profundas implicaciones en la política antidrogas de México y Estados Unidos y ulteriormente en el imaginario trasnacional que informa a la mayoría de las producciones culturales sobre el narco en ambos países.

