Aristóteles no era estoico y los estoicos habrían dicho que la única amistad que merece de verdad que se la llame amistad es la de los buenos. Sin embargo, lo más importante es que no habrían negado la existencia ni la importancia de las otras dos clases. Pero las habrían confinado a la categoría de «indiferentes preferidos»: cosas que puedes tener y cultivar, mientras no afecten a tus virtudes y tu integridad moral.