El propio Epicteto les explicó con toda claridad a sus alumnos que no creía que Dios fuera algo externo, algo «allí fuera»: «Sois una obra principal, un fragmento del propio Dios, tenéis en vosotros una parte de Él. [...] Lleváis a Dios con vosotros, pobres desgraciados, y no lo sabéis. ¿Creéis que hablo de un dios externo de plata u oro?».[7] En este sentido, los estoicos se pueden considerar panteístas (o quizá panenteístas),[8] es decir, que creían que Dios es el propio universo y por consiguiente todos participamos de la naturaleza divina. La única diferencia entre los seres humanos y
...more