El movimiento pentecostal no nació en un vacío, sino que es parte de la renovación constante que el Espíritu Santo trae a la Iglesia. La iglesia pentecostal se ha beneficiado de la “nube de testigos” que conforma la historia del cristianismo: Martín Lutero, Juan Calvino, Jacobo Arminio, Juan Wesley, Phoebe Palmer, A. B. Simpson y muchos otros cristianos protestantes. Algunos pentecostales se asombrarían de saber que nuestra espiritualidad también se ha beneficiado de las tradiciones católicas y ortodoxas.