Una de sus célebres frases fue: «La claridad es la cortesía del filósofo», máxima a la que siempre se ciñó a la hora de escribir. Yo no creo que ese esfuerzo por ser accesible, inspirado en el anhelo de Goethe de ir siempre «desde lo oscuro hacia lo claro», que él llamó «la voluntad luciferina», empobrezca su pensamiento y lo reduzca al mero papel de un divulgador. Por el contrario, uno de sus grandes méritos es haber sido capaz de llevar a un público no especializado, a lectores profanos, los grandes temas de la filosofía, la historia y la cultura en general, de modo que pudieran entenderlos
...more

