Una de las grandes confusiones de los pacientes consiste en creer que la medicación para el tiroides combate la causa inicial de su enfermedad. Lo cierto, sin embargo, es que estos fármacos no están tratando el tiroides. Sencillamente, están añadiendo hormonas al torrente sanguíneo con la esperanza de que el cuerpo pueda utilizarlas para sustituir aquellas que el tiroides no está produciendo. Lo que no se dice es que los fármacos para