Spikkee R  Djinn

80%
Flag icon
No lo mandes todo a tomar por óxido, Essun. Haz que mi amor y el de Innon no hayan sido en vano.» —¿Qué? —preguntas, pero la criatura titila y se vuelve translúcida. Por primera vez reparas en que la manera en que los comepiedras se mueven por la roca y la manera en que los obeliscos pasan de un estado sólido a otro irreal son la misma. Es una observación inútil. Antimonio se desvanece en el interior de esa Tierra que te odia. Con Alabastro.
El portal de los obeliscos (Trilogía de la Tierra Fragmentada, #2)
Rate this book
Clear rating
Open Preview