El hecho de situar esas líneas al principio y no al final es la clave para despertar la atención o aburrir. Al situarlas al principio, el lector se mantiene alerta porque quiere explicaciones. Se hace preguntas. En cambio, si emplazamos esa inyección de dopamina al final del texto, el lector pierde interés por el artículo. Es la diferencia entre escribir, y escribir usando las técnicas del storytelling.

