No odiéis ni a quienes renieguen de vosotros, a quienes os difamen, a quienes os insulten ni a quienes os calumnien. No odiéis a los ateos, a quienes predican el mal, a los materialistas, ni siquiera a los malvados, por no hablar ya de los buenos, pues hay entre ellos mucha gente buena, especialmente en nuestros tiempos.

