Fernando Soto-Dupuy

21%
Flag icon
Tenedlos presentes en vuestras oraciones, diciendo: «Salva, Señor, a todos aquellos que no tienen quien rece por ellos, salva también a aquellos que no quieren rezarte». Y añadid acto seguido: «No es el orgullo lo que me mueve a elevar esta plegaria, Señor, pues yo también soy un miserable, el peor de los miserables»… Amad al pueblo de Dios, no permitáis que los forasteros os arrebaten el rebaño, pues si os dormís por culpa de la pereza y del altivo orgullo o, peor aún, por culpa del egoísmo, vendrán de todas las naciones y os arrebatarán vuestro rebaño. Predicad a la gente el Evangelio sin ...more
Los hermanos Karamázov
Rate this book
Clear rating