Por otra parte, los líderes sienten pasión por el liderazgo. Están cansados de ver que las organizaciones y los movimientos mueren o declinan, y quieren cambiar las cosas para que sean mejores. Miran a su alrededor y ven iglesias muertas o decadentes, y organizaciones tibias. Los entusiasma la experiencia de liderar y son fervientes estudiantes del liderazgo dondequiera que puedan encontrarlo.

