El universo es un vasto océano, de Valentina Tereshkova, la primera astronauta mujer; otro de Yuri Gagarin, donde el pionero del espacio decía que se había asomado al vacío sideral y allí tampoco había visto a Dios (lo cual para mi papá era una demostración boba y superficial, pues bien podía Dios ser invisible); y el más importante, que mi papá me leía explicándome cada párrafo, El origen de la vida, de Aleksandr Oparin, donde se relataba de otra manera la historia del