PUNTO CLAVE: Las historias no muestran al espectador «el mundo real»; muestran «el mundo de la historia». El mundo de la historia no es una copia de la vida tal cual ésta es. Es la vida tal y como los seres humanos se imaginan que podría ser. Es la vida del ser humano más clara y condensada para que el público pueda entender mejor cómo ésta funciona.

