Y yo aprendí a disfrutar de las pequeñas cosas, a sonreír casi todo el tiempo, a intentar sumar y no restar. Sé que, aun así, tengo mis defectos. Creo que a veces soy caprichosa, testaruda y un poco ilusa. Me ciego pensando que todo son arcoíris y buenas intenciones, y me olvido de que el mundo no es así.

