More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Su contacto quemaba, era como si sus manos acabasen de dejar una marca invisible en mi piel.
Valeria Rossi and 2 other people liked this
Quizás es así, quizá la vida es como un libro en el que hay que ir pasando páginas, tropezando, aprendiendo, encontrando…
Creo que el amor es mutuo. Y eso es nuevo para mí…
Solo vivía sin vivir. Solo destruía.
Sé lo que es estar roto por dentro en pedacitos muy pequeños. Y sé lo que es pensar que nunca conseguirás unirlos y sentirte entero de nuevo.
«Y lo que me queda por ver. Porque quiero descubrirte desde todos los ángulos; quiero ver lo bueno, lo malo e incluso lo peor».
Me da miedo el vacío. El silencio. Lo opaco. Y la nada. Ese tipo de cosas.
No quiero jugar. Sé que voy a bloquearme y pensará que soy tan tonta que ni siquiera puedo formar una palabra de cuatro letras y, lo peor de todo, es que estará en lo cierto. Odio esto, la presión que siento.
—Llorar limpia el alma. No sufras.
—Me interesa todo en general y nada en particular.
Es raro, pero me gusta saber que he podido vencer en esto, aunque no sea un enemigo de carne y hueso. Casi nunca gano. No estoy acostumbrada a ganar. Y sienta bien.
echo de menos divertirme y estoy cansada de tener la mente llena de pensamientos oscuros y recuerdos amargos que me encantaría borrar.
Todo en él es siempre demasiado intenso. Cada minúsculo gesto. Cada palabra. Cada respiración. Me oprime.
—¿Sabes? A muchos nos pasa lo mismo, no todos reaccionamos igual ante los estímulos; somos como esas migajas que se caen de una magdalena y ya nadie quiere, y es injusto y cruel esa manera de dejar atrás las cosas que no encajan dentro de una perfección compacta y elitista.
Mi rostro está vacío, como si reflejase mi propia personalidad, y eso no me gusta nada.
Estamos hechos para vivir. Incluso deseando morir, el instinto te impulsa a seguir adelante un día más.
un poco obsesiva cuando un pensamiento se me queda atascado en la cabeza, como si tuviese que encontrar una solución.
Ojalá pudiese desaparecer del mundo un par de horas al día y luego regresar, sonreír y fingir ante los demás que todo está bien en mí.
pero recuerda lo que nos prometimos cuando éramos pequeños: que nunca olvidaríamos las cosas que de verdad importan.
Alaska es una de esas consecuencias inesperadas.
Podría haberme pasado la vida caminando en círculos por el mundo sin llegar a descubrir jamás cómo es que alguien te bese así, como si fueses el destino al final de un largo recorrido por el desierto.
ella perdió hace tiempo la fe en el amor.
Debería sonreírle al mundo todas las mañanas. De hecho, pienso hacerlo. Voy a sonreír. Voy a sonreír todos los días.
No recuerdo cuándo fue la última vez que me sentí así de triste. Existen muchos tipos de tristeza: está la que va acompañada de dolor, la que se esconde tras la rabia, la que simplemente aparece un día y se queda y no sabes por qué ni cómo, y la tristeza por amor, que es muy extraña, porque estar deprimido por algo tan bonito es un sentimiento complejo y difícil de manejar.
era como si estuviese saliendo a relucir una parte muy oscura que nunca me había permitido ver. Y no me gusta que exista. No me gusta.
Lo que ves en este instante es la única realidad, todo lo demás forma parte del pasado».
Esa es otra de las cosas más mágicas de Alaska; puedes ver toda la vía láctea, puedes pasarte media vida contando y contando estrellas que titilan brillantes.
—¿Qué soñabas? —Con unicornios —bromeo. —¿Unicornios diabólicos?
¿No piensas a menudo en todos los «Y si…» que dejamos atrás? En los caminos que elegimos, las decisiones y los instantes que lo cambian todo.
—Siento que no te conozco, que eres como humo, poco sólido, irreal. Y tengo la sensación de que yo soy todo lo contrario, transparente a tus ojos.
«Solo somos dos personas que han tenido la suerte de encontrarse y no están dispuestas a separarse.
Él. Yo. Y el Todo que formamos juntos.
Que te tropezaste con un tío que juró que no se casaría y cambió de opinión porque se dio cuenta de que había encontrado a su alma gemela y no estaba dispuesta a perderla».

