Mavi

50%
Flag icon
Apenas puedo respirar. Gimo. Alarga un brazo y me acaricia la mejilla sin dejar de besarme. Tengo calor. Nunca imaginé que querría desprenderme de toda la ropa en mitad de una tormenta de nieve. En Alaska. Pero ahora mismo es la única idea que cruza por mi mente.
El día que dejó de nevar en Alaska
Rate this book
Clear rating
Open Preview