Sandra Calderon

44%
Flag icon
No quiero leer. No quiero comer. No quiero pensar en nada. Ojalá pudiese desaparecer del mundo un par de horas al día y luego regresar, sonreír y fingir ante los demás que todo está bien en mí. Pero no es verdad. Nada está bien. Nada. El
El día que dejó de nevar en Alaska
Rate this book
Clear rating
Open Preview