Alejandro Barreto

65%
Flag icon
Ninguna obligación. Tampoco restricciones o limitantes, ni guías o reglas. Tampoco estás atado por ninguna circunstancia o situación, ni regulado por ningún código o ley. Tampoco eres culpable de ninguna ofensa ni capaz de alguna, pues no hay tal cosa como ser “ofensivo” a los ojos de Dios.
Un diálogo singular (Conversaciones con Dios, #1)
Rate this book
Clear rating
Open Preview