—No sé qué hacer. —¿Quieres un consejo? —¿Un consejo amoroso de tu parte? No eres muy fiable que digamos. —¿Lo quieres o no? —Ya sabes que sí. —No te rindas, Pear. Yo lo hice y ahora me arrepiento todos los días de ello. Lucha por mi hermano y no lo dejes escapar. —Jamás pensé que algún día me dirías algo así.

