La Predicación que Dios Bendice (Spanish Edition)

by Steven J. Lawson

la proclamación que exalta al Cristo crucificado por el poder del Espíritu.

aparte de Cristo, y Él crucificado, el predicador no tiene nada que decir.

Los púlpitos deben estar muy concentrados al enlazar la humanidad sin pecado, la deidad soberana y los propósitos salvíficos del Señor Jesucristo.

los predicadores deben magnificar incansablemente el señorío sin par de Jesucristo y la obra redentora que Él realizó sobre la cruz.

Si los predicadores han de ser conocidos por algo, debe ser por predicar al Señor Jesucristo, y a Él crucificado.

Ningún predicador, independientemente de dónde sirva, es libre de reinventar la predicación.

Se dice del sermón moderno que es de un kilómetro de ancho y un centímetro de profundidad. Otros dicen que el predicador de hoy es alguien dulce que insta a sus dulces oyentes a seguir siendo dulces.

a Dios le importa cómo se presenta Su Palabra.

Por medio de la predicación de la cruz, Dios destruye la sabiduría de los sabios. Por medio del Cristo crucificado, Dios desecha la inteligencia de los inteligentes.

heraldo. Un orador está motivado por los resultados, mientras que un heraldo está motivado por el mensaje.

(1Co 7:23),

Nadie supera su necesidad espiritual de escuchar el mensaje íntegro de la cruz.

Nadie llega a un punto en su desarrollo espiritual donde ya no necesita que le enseñen la muerte de Cristo.

lugar. El evangelio es el poder de Dios tanto para la salvación de los incrédulos como para la santificación de los creyentes.