Tu mente no eres “tú mismo.” Tú eres el que escucha, tu mente es la que no para de hablar, opinar, interpretar, prevenir, advertir, sugerir, comparar, analizar, nombrar, etiquetar, etc. Tú eres la presencia que escucha y observa lo que pasa en tu mente, tú eres el espacio en donde todo esto sucede.

