Una tiranía perfecta es aquella en la que los oprimidos defienden y justifican a sus opresores porque han sido convencidos de que no hay otra opción. Una esclavitud perfecta es aquella en la que los esclavos disfrutan de sus cadenas y se sienten cómodos con ellas. La religión, la política, la mercadotecnia y el condicionamiento social son dictaduras perfectas.

