La Biblia tiene una idea mejor. En lugar de buscar control absoluto, renuncia a él. No puedes controlar el mundo, pero sí puedes confiárselo a Dios. Este es el mensaje detrás del consejo de Pablo de «[alegrarse] siempre en el Señor». La paz está al alcance, no por falta de problemas, sino debido a la presencia de un Señor soberano.

