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Kindle Notes & Highlights
by
Max Lucado
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March 14 - March 25, 2023
La ansiedad y el miedo son primos, pero no son idénticos. El miedo ve una amenaza. La ansiedad se la imagina.
La palabra ansioso se define por sí misma. Es un híbrido entre ansia y so. Ansia es una sensación de congoja o angustia. So es elsonido que hago en el décimo escalón de unas escaleras, cuando mi corazón late aprisa y me falta el oxígeno. Me pueden escuchar inhalando y exhalando, y sueno como la tercera sílaba de ansioso, lo que me hace cuestionar si las personas ansiosas son justo eso: gente sin aliento debido a las angustias de la vida.
En una ocasión, un hawaiano nativo me explicó el origen de haole, el nombre que usan los isleños para referirse a los que no somos hawaianos naturales. Haole es una palabra hawaiana que se traduce «sin aliento». El nombre se asocia con los inmigrantes europeos de los 1820.1 Si bien el término se explica de distintas formas, me gusta la que él me dio: «Nuestros antepasados pensaban que los colonos siempre andaban apurados construyendo plantaciones, puertos y haciendas. A los nativos hawaianos les parecía que estaban sin aliento».
El Journal of the American Medical Association citó un estudio que indica un aumento exponencial en la depresión. Las personas en cada generación del siglo xx «tenían tres veces más probabilidades de sufrir de depresión que los individuos de la generación anterior».5
Nuestros jóvenes universitarios también lo están sintiendo. En un estudio que incluyó a más de doscientos mil estudiantes de primer año, «estos presentaron niveles bajos sin precedentes en salud mental y estabilidad emocional en general».7 El psicólogo Robert Leahy señala: «El niño promedio de hoy día muestra el mismo nivel de ansiedad que el paciente de psiquiatría promedio de la década de los cincuenta».8 Los niños tienen más juguetes, ropa y oportunidades que nunca antes, pero cuando llega el momento de irse de su casa, están más enredados que las momias egipcias.
Cualquiera pensaría que los cristianos estamos exentos de la ansiedad. Pero no es así. Nos han enseñado que la vida cristiana es una vida de paz, y cuando no sentimos paz, asumimos que el problema es interno. Entonces, no solo nos sentimos ansiosos, ¡sino que también nos sentimos culpables sobre nuestra ansiedad! El resultado es una espiral descendente de preocupación, culpa, preocupación, culpa.
«No permitas que nada en la vida te deje sin aliento y en angustia perpetuamente». La presencia de la ansiedad es inevitable, pero la prisión de la ansiedad es opcional.
Salmos 23, el Padrenuestro y de Juan 3.16, también deberían exhibir Filipenses 4.4–8 (NVI):
Probablemente está casi ciego y tiene que entrecerrar los ojos para poder leer (Gálatas 4.15). Y, encima, está esperando juicio ante el emperador romano. Nerón había aprendido a ganarse el favor de los ciudadanos romanos matando a creyentes, y Pablo es el más reconocido de ellos. La receta de Pablo para la ansiedad
«Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!» (Filipenses 4.4, NVI). La receta de Pablo para la ansiedad comienza con un llamado a alegrarnos.
su caja, con la esperanza de captar nuestra atención. Primero, usó el presente imperativo para que sus lectores pudieran escucharlo decir continua y habitualmente, ¡alégrense!1 Y, por si el tiempo verbal no fuera bastante, eliminó la fecha de expiración. «Alégrense siempre en el Señor». Y, si acaso el tiempo verbal y siempre eran insuficientes, Pablo repitió la instrucción: «Insisto: ¡Alégrense!».
Este versículo es un llamado, no a un sentimiento, sino a una decisión y a una confianza profundamente arraigada de que Dios existe, de que él está en control y de que él es bueno.
manera que una persona responde ante la vida, cambia lo que la persona cree sobre la vida. Lo más importante de ti es tu sistema de creencias.
2 ¿Cuál era la diferencia? Aquellos pilotos tenían su mano en el acelerador. Se sentaban en la cabina. Sentían que ellos decidían su destino.3 Por el contrario, a los soldados de infantería podían matarlos fácilmente mientras estaban parados o corriendo. Se sentían desamparados e indefensos. La fórmula es sencilla: la percepción de control produce calma. La falta de control origina temor.
Él nombra a las estrellas y conoce a los gorriones. Grande o pequeño, desde el Ejército popular de liberación de China, hasta el ejército de hormigas en mi patio, todo está bajo su control. «¿Quién puede ordenar que algo suceda sin permiso del Señor? ¿No envía el Altísimo tanto
La próxima vez que le temas al futuro, alégrate en la soberanía del Señor. Alégrate en lo que él ha hecho. Alégrate porque él puede hacer lo que tú eres incapaz de hacer. Llena tu mente con pensamientos de Dios.
Otros ven los problemas del mundo y retuercen las manos. Nosotros vemos los problemas del mundo y doblamos las rodillas.
confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!» (Isaías 26.3, NTV). ¿Estás
gracia de Cristo; solo en su gracia». Un santo feliz es aquel que es consciente, al mismo tiempo, de la gravedad del pecado y de la inmensidad de la gracia. El pecado no se reduce, ni tampoco la capacidad de Dios para perdonarlo. El santo mora en la gracia, no en la culpa. Así se define un alma tranquila. La gracia de Dios es el terreno fértil
¿Conoces esta gracia? Si no la conoces, hemos descubierto una fuente de tu ansiedad. Pensaste que el problema era tu calendario, tu matrimonio, tu trabajo. En realidad, es esta culpa sin resolver. No la complazcas.
«El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa» (Hebreos 1.3, NVI). La palabra griega que se traduce como «sostiene» es un término que se usa frecuentemente en el Nuevo Testamento para «cargar» o «llevar».2 Los amigos llevaron al paralítico delante de Jesús, y los sirvientes llevaron el vino al maestresala de la boda (Lucas
voluntad» (Efesios 1.11, NVI). En el original griego de este versículo se usa la palabra energeō.3 Dios es la energía y la fuerza energizante detrás de todo. Ningún momento, suceso o detalle queda fuera de su supervisión. Él se para frente al universo igual que un director frente a su orquesta y llama a los elementos a tocar su parte en la repetición divina. Haces que crezca la hierba para el ganado, y las plantas que la gente cultiva
¡Cuántos verbos fuertes! Dios «gobierna», «juzga», «haya hecho», «haya cumplido». Cada uno confirma la existencia de un Arquitecto y planos celestiales, y sus planos te incluyen a ti. «En Cristo también fuimos [. . .] predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad» (Efesios 1.11, NVI).
bancaria no fue tocada y tenemos una lección que aprender: la ansiedad es innecesaria porque Jesús está cerca.
En su excelente libro, The Dance of Hope [El baile de la esperanza], Bill Frey recuerda el día cuando intentó arrancar el tocón de un árbol del suelo
En sus 104 versículos, Pablo mencionó a Jesús cuarenta veces. Cada dos versículos y medio, en promedio, Pablo estaba hablando de Cristo. «Porque para mí
«Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón» (v. 14). ¡Qué palabra tan acertada! Un compuesto del término griego euros, viento del este, y del latín aquilo, viento del norte.
El versículo 20 parece una sentencia de muerte: «Como pasaron muchos días sin que aparecieran ni el sol ni las estrellas, y la tempestad seguía arreciando, perdimos al fin toda esperanza de salvarnos» (NVI).
Si es así, te ruego que no te des por vencido. Lo que el ángel le dijo a Daniel, Dios te lo repite a ti: «Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios» (Daniel 10.12, NVI). Te han escuchado en el cielo. Los ejércitos angelicales han sido despachados. Los refuerzos ya han sido reunidos. Dios promete: «Contenderé con los que contiendan contigo» (Isaías 49.25, NVI). Haz lo mismo
Aprende una lección del rey. Dirige
«Y sobre todas las cosas, cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida» (Proverbios 4.23, TLA). ¿Quieres
hoy. Enfrentaré los desafíos de hoy con las fuerzas de

