Yo no debería tener que elegir entre las dos personas que más quería en el mundo, era un amor distinto, totalmente diferente: amaba a mi madre sobre todas las cosas, pero el amor que sentía por Nicholas era inexplicable, un amor que dolía, que adoraba pero que me asustaba por su intensidad. Bajé del coche y al girarme me di cuenta de que él seguía sentado en el asiento del conductor.