Naird

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La abuela sonrió al horizonte, chupó su pipa durante un rato y respondió: «Si un hombre ataca a su señor, lo cuelgan. Si un hombre hambriento roba las ovejas de su señor, lo cuelgan. Si un perro mata ovejas, se sacrifica. Esas son las leyes de las colinas, y llevo estas colinas en los huesos. ¿Quién es el barón para que las leyes se rompan por él?». Volvió a contemplar las ovejas. «El barón es el dueño de este lugar —repuso el criado—. Es su ley.»
Los pequeños hombres libres (Discworld, #30)
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