Graba esto en tu memoria, muchacho: un mundo se sostiene por cuatro cosas. —Alzó cuatro nudosos dedos—: la erudición de los sabios, la justicia de los poderosos, las plegarias de los justos y el coraje de los valerosos. Pero eso no vale nada... —Cerró los dedos en un puño— sin un gobernante que conozca el arte de gobernar. ¡Haz de esto tu ciencia!

