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by
Ben Horowitz
Started reading
July 17, 2025
estar asustado no quiere decir no tener agallas.
Hasta que no hagas el esfuerzo de conocer a alguien o algo, no se sabe nada.
No hay atajos para el conocimiento, especialmente aquel conocimiento obtenido de la experiencia personal. Seguir la sabiduría convencional y confiar en atajos puede ser peor que no saber nada en absoluto.
El ex Secretario de Estado Colin Powell dice que el liderazgo es la capacidad de conseguir que alguien te siga, aunque sólo sea por curiosidad.
Mirar el mundo a través de diferentes prismas me ayudó a separar hechos de percepciones.
La sola existencia de una alternativa, un escenario plausible, es a menudo todo lo que se necesita para mantener viva la esperanza en un grupo de trabajo preocupado.
Me sentía como si tuviera un ancho de banda ilimitado y que en la vida podía hacerlo todo al mismo tiempo.
cada vez que una gran organización intenta hacer cualquier cosa, se reduce a una sola persona que puede retrasar todo el proyecto.
definir el producto adecuado es el trabajo del innovador, no el trabajo del cliente.
La clientela sólo sabe lo que ella piensa que quiere basado en la experiencia con el producto actual.
El innovador puede tener en cuenta todo lo que es posible, pero a menudo tiene que ir en contra ...
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la innovación requiere una combinación de conocimientos, ...
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La dejadez no sería tolerada.
todas las decisiones eran objetivas hasta el momento de escribir la primera línea de código.
Es una buena idea preguntarse: «¿Qué es lo que no estoy haciendo?»
Siempre hay un movimiento.
En el juego de la tecnología, el mañana no se parece en nada al hoy. Si sobrevives el tiempo suficiente para ver el mañana, puedes lograr la respuesta que hoy te parecía tan imposible.
«Habiendo suficientes ojos, todos los errores son superficiales».
Si gestionas una empresa, experimentarás una presión psicológica abrumadora para ser positivo. Haz frente a la presión, enfréntate a tus miedos, y di las cosas como son.
Llega un momento en la vida de todas las empresas donde tienen que luchar por su supervivencia. Si tú estás gestionando cuando deberías estar luchando, es necesario que te preguntes: «¿Si nuestra empresa no es lo suficientemente buena como para ganar, entonces necesitamos existir?».
Porque, como ves, a nadie le importa. Cuando las cosas van mal en tu empresa, a nadie le importa.
Toda la energía mental que utilices para elaborar tu miseria sería mucho mejor empleada si trataras de encontrar la única manera aparentemente imposible de salir de tu actual desastre. No pierdas ni un minuto de tu tiempo pensando en lo que podrías haber hecho, y dedica todo tu tiempo en lo que podrías hacer. Porque al final, a nadie le importa; dedícate a gestionar tu empresa.
Ser una buena compañía no importa cuando las cosas van bien, pero puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte cuando las cosas van mal.
Las cosas siempre salen mal.
Ser una buena compañía es un fin en sí mismo.
Muchas empresas piensan que sus empleados son tan inteligentes que no requieren formación. Pensar así es ser estúpido.
«La mayoría de los directivos piensan que la formación de empleados es un trabajo que se debe dejar a los demás. Yo, por mi parte, creo firmemente que lo tiene que hacer el propio directivo».
todo el mundo que crea una empresa de tecnología sabe que las personas son el activo más importante.
hay que reconocer es que ninguna startup tiene tiempo para hacer cosas opcionales.
la formación debe ser obligatoria.
sólo hay dos formas de que un directivo mejore el rendimiento de un empleado: la motivación y la formación.
Por lo tanto, promover la formación debe ser un requisito básico para todos los directivos de la organización.
Un buen product manager es el CEO del producto. Los buenos product managers se responsabilizan de todo y se valoran en términos del éxito de su producto.
Los buenos product managers definen su propio trabajo y gestionan su propio éxito. Los malos product managers constantemente quieren que se les diga qué deben hacer.
La mayor diferencia entre ser un buen gerente funcional y ser un gran director general y, sobre todo, un gran CEO, es que, como director general, debes contratar y gestionar a personas que son mucho más competentes en sus puestos de trabajo de lo que tú lo serías en sus puestos de trabajo.
«Si no sabes lo que quieres, las posibilidades de que lo consigas son extremadamente bajas».
Si informas sobre los objetivos cuantitativos e ignoras los cualitativos, no conseguirás los objetivos cualitativos,
Para hacer las cosas bien, hay que reconocer que cualquier cosa que tú midas crea automáticamente un conjunto de comportamientos en los empleados.
Mientras que tú puedes ganar tiempo escribiendo código rápido y sucio, es muy probable que tengas que devolver ese tiempo prestado, y con intereses.
Las empresas funcionan extremadamente bien cuando todo el mundo está alineado y constantemente mejorando.
Si los empleados no reciben feedback de los directivos, no hay casi ninguna posibilidad de que tu empresa ejecute de manera óptima en ningún ámbito.