—Es que el carpintero se queda con la madera para hacerse la comida… y lo peor no es esto, sino que los enterradores se niegan a enterrar por dinero. —¿Y qué vais a hacer? —No sé… mamá ha ofrecido medio kilo de garbanzos, y un sobrino del muerto lleva una cajetilla de cigarrillos. Con todo esto puede que se animen a coger la pala… y si no, tendrán que enterrarlo papá y la familia…




