Palomaleca

75%
Flag icon
María Luisa, con su gracejo madrileño, que no ha perdido a pesar de las amarguras de su casa, me cuenta cómo se llenaban las tiendas de comestibles de espárragos en los primeros días de la revolución. Yo me acuerdo también. —¿De dónde sacarían tantos espárragos? —Del sótano, hija. ¿De dónde los iban a sacar…? Cuando nos comimos los espárragos, sacaban el té… Té chino, té de Ceilán, té Lipton, té… Mamá, que jamás ha consentido en tomar el té más que cuando está enferma, dice que se ha curado de dolores de barriga para siempre… Luego vinieron las habas con bichos… Figúrate: había quien las tenía ...more
Celia en la revolución
Rate this book
Clear rating
Open Preview