—No, no hay luz. Por la noche, Madrid no parece Madrid. Hay noches claras de esas de luna o de estrellas en que por lo menos se ve el bulto que se acerca… pero hay noches en que hay que ir con los brazos extendidos como los ciegos… Además, las calles del centro, en obra cuando ocurrió la sublevación, siguen con los arenales, las zanjas y las piedras… y la Puerta del Sol destruida en parte, llena de escombros entre Preciados y Arenal…




