Palomaleca

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Ha pasado el verano y entramos en un otoño desapacible que arrastra las hojas de los árboles y oscurece el cielo. Y no hay que dejarle llevarse las hojas amarillas, que suenan como papel de seda y están corruscantes como patatas fritas, y que pueden ser buen combustible para el invierno.
Celia en la revolución
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