—Dice mamá que vengas a comer hoy. Ha conseguido una lengua de caballo que le llegaba al animal desde la boca al rabo… —¿Qué dices? –digo asombrada. —Ya lo verás… Luego de la lengua sigue el gorguero, y carne y más carne… Porquerías y piltrafas, hija, que en otro tiempo nos hubieran dado asco, pero que ahora nos vamos a relamer… ¡Ya me estoy relamiendo!




