More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
No me gustaba lo que veían mis ojos, no me gustaba en quién se estaba convirtiendo la chica de la que yo creía estar enamorado. Pero pensándolo bien..., lo que hacía y cómo lo hacía... era lo mismo que yo había hecho, lo mismo que había estado haciendo antes de conocerla; yo la había metido en todas estas cosas: había sido mi culpa. Era culpa mía que se estuviese autodestruyendo. En cierto modo habíamos intercambiado los papeles. Ella había aparecido y me había sacado del oscuro agujero en el que yo me había metido, pero al hacerlo había terminado por ocupar mi lugar.
que creer en los sueños es lo que nos hace ser quienes somos.