Darte cuenta de que puedes cambiar tu actitud hacia cualquier cosa te otorga un poder increíble. ¿Odias lavar trastes? Si lo piensas bien, hay muchas cosas buenas en lavar trastes. Poner las manos en agua caliente es reconfortante. Enjabonar y enjuagar puede ser un placer. Deshacerte del desorden y admirar tu cocina limpia siempre es satisfactorio. Intenta tener otra actitud cuando laves los trastes. Existe la posibilidad de que lo disfrutes.

