More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Creo que nadie debería arrepentirse de sus decisiones. Debe aceptarlas, vivirlas, pedir perdón cuando proceda, pero nunca arrepentirse. La vida se compone de momentos fútiles, de insignificantes decisiones tomadas por tu yo particular en cada instante, de manera más o menos meditada, pero siempre es
Aprendí dos lecciones que me acompañaron el resto de mi vida. La primera, que es muy distinto lo que una persona dice que quiere, o lo que una persona necesita, a lo que una persona quiere.
»La segunda lección fue algo más perturbadora. Lo que vi en mi padre me hizo entender que todos y cada uno de nosotros guardamos dos mitades, dos extremos que nos impulsan hacia un lado o hacia otro. Que podemos amar con todas nuestras fuerzas algo, pero siempre nos queda una parte oscura esperando despertar.
La perspectiva te la dan los años. Ocurre más o menos como ocurre con los vinos. »—¿A qué te refieres? »—A que si quieres entender el problema, o al menos, ver su magnitud real, y hacia dónde te llevarán sus consecuencias, solo lo podrás hacer con el paso de los años.
No hay retrato más desgarrador en el mundo que el de una vida aplastada por un alma corrompida,
muerte: morir estando solo y morir sin un motivo.

