cada vez más de estructuras jerárquicas a modelos más conectados en red y colaborativos. La motivación será cada vez más intrínseca, impulsada por el deseo de colaboración de los empleados y la gestión de la destreza, la independencia y el significado. Esto sugiere que las empresas estarán cada vez más organizadas en torno a equipos distribuidos, trabajadores remotos y colectivos dinámicos, con un continuo intercambio de datos y puntos de vista sobre las cosas o tareas en las que se trabaja.