More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Di a mi alma: «soy tu salvación 23 »; dilo de modo que lo oiga. He aquí ante ti los oídos de mi corazón, Señor: ábrelos y di a mi alma: «soy tu salvación 24 ». Echaré a correr en pos de estas palabras, y te abrazaré. No quieras esconder de mí tu rostro 25 : muera yo para no morir, para verlo.