Te encerró porque sabía…, el hijo de puta sabía el tesoro que eres. Sabía que vales más que la tierra, el oro y las joyas. Sabía y quería que fueras suya, suya solamente. Las palabras me golpearon y al mismo tiempo me suavizaron una parte raspada del alma. —Él me amaba…, Tamlin me ama, Rhysand. —La cuestión no es si te amaba, la cuestión es cuánto. Demasiado, te amaba. El amor puede ser veneno.

