Un apretón extrañísimo. Como si al estrechar la mano introdujera una mezcla de signos masónicos y señales del hampa mexicana. Un apretón de mano, en cualquier caso, cosquilleante y morfológicamente extraño, como si la mano que estrechaba mi mano careciera de piel o sólo fuera una funda, una funda tatuada.