Los días en los que eres superproductivo y te quedas trabajando hasta bien entrada la noche puedes conseguir mucho, pero en las jornadas siguientes, si miras tu agenda de planificación, quizá te des cuenta de que eres menos productivo. Las personas que acostumbran hacer el trabajo en rachas tienen mucha menos productividad conjunta que aquellas que suelen laborar en intervalos razonablemente limitados.2 Si te quedas demasiado tiempo en la zona de sobreesfuerzo acabarás quemado.

