More on this book
Kindle Notes & Highlights
Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.
Me es amargo entrar en un ámbito donde alguien que vive bellamente lo ha dispuesto todo como una reiteración visible de su alma,
Pero no le escribo por eso, esta carta se la envío a causa de los conejitos, me parece justo enterarla; y porque me gusta escribir cartas, y tal vez porque llueve.
porque cuando yo veo las correas de las valijas es como si viera sombras, elementos de un látigo que me azota indirectamente,
Las costumbres, Andrée, son formas concretas del ritmo, son la cuota de ritmo que nos ayuda a vivir.
cada uno llevaba su ramo, cada uno iba con el suyo y estaba contento.
Me daba asco pensar así, una vez más estar pensando todo lo que a los otros les bastaba sentir. Mauro
Ellos se querían, y el contento de Celina alcanzaba para los dos, a veces para los tres.

