More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
by
R.C. Sproul
Read between
February 13 - February 13, 2019
Esta es, en efecto, la era del relativismo, donde los valores y principios se consideran meras expresiones de los deseos e intereses de un determinado grupo de personas en determinado momento de la historia. En nuestro mundo de hoy, reiteradamente escuchamos que no existen los absolutos.
En términos espirituales, el dolor de la culpa puede indicarnos que algo anda mal en nuestra alma. Hay un remedio para eso y es lo mismo que la iglesia siempre ha ofrecido, a saber, el perdón.
La palabra griega para conciencia aparece treinta y una veces, y aparentemente tiene una dimensión doble, como argumentaban los eruditos medievales. Implica la idea de acusar así como de excusar. Cuando pecamos, la conciencia se inquieta. Nos acusa.
La conciencia es la herramienta que Dios el Espíritu Santo usa para inculparnos, llevarnos al arrepentimiento, y recibir la sanidad del perdón que fluye del evangelio.
En el Nuevo Testamento vemos que la conciencia no es la autoridad ética última de la conducta humana, porque la conciencia es capaz de cambiar. Mientras que los principios de Dios no cambian, nuestra conciencia vacila y se desarrolla.