El primer paso es estar consciente del problema, por lo cual recomiendo que los equipos midan su velocidad en cada sprint. Debe saber cuál es su índice de cambio. Si no hay crecimiento positivo, sé que debemos intensificar esfuerzo. Y la persona de la que dependo para esto es el Scrum Master. Él debe ser capaz de ver el problema y planteárselo al equipo. Es crucial que alguien haga las preguntas difíciles. Y para eso necesitas un “bufón”.