la única ruta para tener empleados felices que también beneficia a los accionistas es la sensación de realización que resulta de hacer bien un trabajo importante. Debemos aspirar no sólo a hacer “felices” a los empleados, sino también a lograrlo ayudándolos a alcanzar grandes cosas. En suma, debemos ganarnos la vehemente defensa de la misión y el éxito de la compañía por parte de los empleados ayudándolos a ganarse la vehemente defensa de los clientes.2