el “desperdicio emocional”. Surge cuando una compañía tiene entre sus filas a un idiota, alguien que gusta de complicarle la vida a la gente y ponerla nerviosa. Los idiotas suelen justificar su conducta diciendo que intentan que la gente trabaje mejor. Pero lo cierto es que sólo satisfacen los aspectos negativos de su personalidad y nada menoscaba más la aptitud de un equipo para sobresalir. No seas un idiota, ni permitas, induzcas ni aceptes esta conducta en otros.